5 feb 2013

9 ene 2013

Una novela cada noche

Cada noche, cuando ya sólo oigo los ruidos dentro de mi cabeza y me esfuerzo en concentrarme para poder dormir, empiezo una novela mental del mismo modo que otros cuentan ovejas.
Dibujo el árbol genealógico de los protagonistas y sus complicadas relaciones. Analizo las características de los personajes principales. Describo los paisajes, los edificios y la ropa que cada uno guarda en su armario y hasta lo que la dama misteriosa lleva en su bolso.
Redacto mentalmente las 15 primeras líneas con una prosa fácil, introduciendo los elementos necesarios para que el lector no pueda cerrar el libro. Controlo las perífrasis verbales y las locuciones adverbiales para que el texto no resulte recargado.
Apenas un adjetivo por línea para no caer en la exageración y el barroquismo.
El esquema de la trama principal está casi completamente definido en mi cabeza, aunque existen varios desenlaces posibles y he de desarrollar mejor algunas ideas secundarias. Todo parece tan claro que lo único que me queda es levantarme y ponerme a escribir. Calculo que llevaré unos 250 folios escritos en Word con letra Time New Roman a 1,15 de interlineado.
Casi no me supone ningún esfuerzo imaginarme con los dedos sobre el teclado. Comenzaré por el principio: El título será Novela mental.

Acabo de volver a cerrar los ojos y comienzo la novela. Nunca sé si es la misma que imaginé y redacté ayer.
Mañana en cuanto me levante me pondré a escribir, esta vez no se me olvida.


25 oct 2012

Seguro de vida

Curioso.
Hoy ha pasado por aquí un vendedor de seguros de vida. Era la hora de después del desayuno y todo estaba muy tranquilo, así que, mientras quitaba las migas de la tostadora y sacaba las últimas tazas del lavavajillas, he escuchado reposadamente a este personaje. Hay que ser un personaje para dedicarse a vender seguros de vida hoy en día.
Cuando ha comenzado a explicarme en qué consistía su trabajo, le he bombardeado con esta serie de preguntas: ¿Cómo? ¿Te aseguran la vida? ¿Y cuánto vale mi vida?
Después de escuchar su hablar con prisa, he decidido que no merecía la pena asegurar mi vida. Seguro que la suya valía más que la mía... yo no tengo prisa y él no tenía tiempo.

15 oct 2012

Tengo en mí todos los sueños del mundo

Fernando Pessoa encontró mucho antes que yo las palabras que a mí me faltan:


No soy nada. Nunca seré nada. No puedo querer ser nada. Aparte de esto, tengo en mí todos los sueños del mundo. 

Cargar con el peso de los sueños del mundo es un esfuerzo que me cuesta mucho asumir, ahora mismo no soy capaz de seguir con mis propios sueños.

Tener este bar era uno de esos sueños y no voy a renunciar, quiero seguir aquí, quizá no con la frecuencia necesaria para atender correctamente a la clientela, pero sí me pasaré de vez en cuando, porque es un pequeño gran sueño y nunca será un esfuerzo ni un sacrifico.

Llevo tiempo haciendo el inventario de mis sueños, creo que algunos son muy difíciles de transportar. Hay sueños pequeños que simplemente están ahí, aunque no se hagan realidad; pero hay grandes sueños, de los que duele desprenderse y reconocer que nunca dejarán de ser eso, sueños nada más, pero no importa.

Esos grandes sueños son los que me hacen seguir soñando, por eso no quiero desprenderme de ellos. Ya sea con mis palabras o con las de los poetas que ya soñaron lo mismo que yo, seguiré poniendo palabras a mis sueños y sueños a mis palabras.

Hoy he soñado que el sol entraba por la ventana del bar y he venido a ver si estaba aquí. 

1 ago 2012

Un segundo muy largo

Cada cuatro años nos volvemos olímpicos y, durante unos pocos días, nos gustaría creer que podríamos ser realmente seres humanos y competir de forma justa.

Pero por eso mismo, porque somos seres humanos, hay veces que no somos justos ni olímpicos y terminamos por hacernos llorar unos a otros porque un segundo se convierte en una hora, que significa una vida.
Una vida de esfuerzos y sacrificios.
Y porque somos humanos lloramos, pero también somos capaces de construir con nuestras vidas, nuestras horas y nuestros segundos, pequeños momentos de felicidad. Ahí va un ejemplo:

Llanto de una hora por un segundo muy largo

5 jul 2012

disco en venta

Dejaré para invierno la parte de la re_decoración del local, porque ahora los albañiles tienen vacaciones, pero vamos a ponernos al día con la sección musical. 

No quiero vender los discos, pero sí estoy buscando nuevas sugerencias, así que propongo un intercambio: dame una canción y te pongo una cerveza. 
La primera va de regalo: 

Oferta especial julio-agosto: entrada y música _gRatiS_