20 ago 2011

Al otro lado de la puerta

Es lo que más me gusta hacer cuando el local está vacío, me acerco a la puerta y observo la vida del exterior.
Me gusta imaginarme la historia de las personas que pasan por la calle, a cada uno le invento una completa: inicio, nudo y desenlace. Prefiero la tragedia y el drama, pero suelo inventar finales felices. Nadie tiene la culpa de que mi pesimismo congénito.
Ellos son superhéroes que salvan el mundo y conquistan a la dama; y ellas son triunfadoras maravillosas, con el mundo a sus pies.
... Sin embargo, alguna vez pasa alguien con la mirada tan triste que no puede evitarlo, su historia será una tragedia, con héroes, damas y dragones, pero sin final feliz.