29 may 2011

Nano-conversaciones

Detrás de la barra de un bar escuchas las conversaciones a trozos, pero todas ellas tienen sentido completo y componen una melodía que te hace ver la vida de una manera global, diferente y con sentido.

Hace un rato, aquí mismo, escuchaba a dos amigas criticar a los hombres. En realidad, criticaban a todos los hombres, pero no por el daño que les podían haber ocasionado, más bien se quejaban de que les intentaran vender una mentira. Ellas no eran princesas y no creían en los cuentos, no querían vivir una historia de película, ni sentirse adoradas como diosas lejanas. Lo único que necesitaban, era sentirse escuchadas un instante cada día, ser el centro de toda su atención al menos un nanosegundo. Saber que en ese instante no había nada más en el mundo que pudiera desviar su atención y que, por lo tanto, todo lo que ellas decían, era lo más importante para él.

Al pasar por una de las mesas en la que había dos hombres, escuché que uno decía:
- No sé lo que quiere, no la entiendo cuando habla. A los 30 segundos he desconectado y estoy pensando en otra cosa.

Quizá ellos tenían el mismo problema y necesitaban ser el centro de atención del mundo de esa mujer a la que no entendían. Quizá ellos también querían tener su atención esos 30 segundos.

Alguien debería unir todas las conversaciones y crear una gran conversación que todos pudiéramos entender. 

Alguien debería escuchar todas las conversaciones para poder unirlas.